domingo, 13 de junio de 2010

Nicolás llegó (yo lo llamé). Tan lindo y desatento, tan perfecto como siempre. Acá está, como es habitual, ese dolor de estómago: los nervios. Pero esta vez por algo distinto. No estoy segura. No sé si siento lo mismo por él. A veces me pregunto (y creo que todos lo hacemos) por qué las cosas pueden cambiar tan fácilmente de un día para el otro. No entiendo. No entiendo. No me parece posible que ciertas cosas hagan desastres en la vida de alguien. Y hasta las más insignificantes en mi vida hacen muchos desastres. Nicolás es una de esas cosas (aunque no tan insignificante para mí). Sin embargo, ahora estoy confundida.
La escena no es la normal. No es lo mismo. No tengo dudas de que Nicolás se dio cuenta. Hay un aire en la sala de tristeza, de inseguridad, de confusión. Claro, él indudablemente hace como si nada pasara (¡cómo lo conozco!). Date cuenta. Date cuenta que estoy fingiendo estar bien. ¡Date cuenta! Quiero gritarte: ¡me hacés mal!
Quiero hablar de ésto que me pasa y te lo digo.
- Pero Analía, si nunca fuimos nada. – me decís.
Lo siento. Muchos sentimientos a la vez. ¿Qué me pasa ahora? La confusión desaparece; siento lo de siempre pero más. Empiezo a entender todo. Por eso me tratás así; por eso no te importo. Por eso me mentís. Claro, porque somos nada (no, no me olvidé un no). Por eso te vas sin motivos. Por eso volvés. Si total somos nada (otra vez). Porque somos nada tenés derecho a llamarme cuando te aburrís y a desaparecer cuando te volvés a aburrir. Por eso ahora me dejaste. Qué ilusa Analía, pobre. Qué tarada me siento, qué imbécil. ¿Cómo no me pude dar cuenta antes de lo que pasaba? ¿Será que nunca me demostraste que éramos nada? ¿Y por qué ahora me venís a decir ésto? Con la peor sensación en la garganta, junto fuerzas para decirte:
- Jajaja, ya sé que no somos nada.

martes, 30 de diciembre de 2008











No entiendo nada. Vos eras mi mundo y ahora mi mundo no está más. Qué hago decime, qué hago ahora.
Diosssssssssssssss, ¿tan enganchada me vas a tener? Te quiero tanto pendejo. Basta. Chau.
Ya nuestro mundo no está en mis manos. Cuidalo y no dejes que deje de existir.
Mariana

martes, 23 de diciembre de 2008


¿Qué es la NADA?

Es lo que me querés, lo que me amás, lo que te importo. Es lo que me escuchás, la atención que me das, lo que te preocupás por mí. Es lo que me escribís, me llamás, lo que te interesás a ver si existo. Es lo que me mirás, me observás, es lo que te fijás si estoy. Es tu cariño, tu ternura, tu comprensión. Es lo bien que me tratás, la paciencia que me tenés. Es lo que me prometiste, lo que me cumpliste. Es lo que hicimos, lo que salimos, lo que nos vimos. Es tu madurez, tu perfección, tu forma de encaminar tu vida. Es cuanto no jugás conmigo, cuanto no me boludeas, cuanto no me hacés sufrir. Es lo que somos. Nada.

martes, 9 de septiembre de 2008




No puedo dormir porque cierro los ojos y somos nosotros.
Me despierto y somos vos y yo.
Pero estás, y mirás para otro lado.
No es un nosotros, no es un vos y yo; sos vos con tu mundo.
Y ahora sobra.
Ahora que ya no estás para mí, todo sobra.

miércoles, 20 de agosto de 2008

¿De un alma te desdeñas,
donde siempre moraste, no pudiendo
della salir un hora?
¿Y tú desta mi vida ya olvidada,
sin mostrar un pequeño sentimiento
de que por ti yo triste muera,
dejas llevar, desconocida al viento
el amor y la fe que ser guardada
eternamente sólo a mí debiera?

lunes, 18 de agosto de 2008

¿Alguna vez sentiste que te equivocaste con alguien? ¿Qué dejaste pasar la oportunidad? El momento se fue, el tiempo pasó, ya no está ahí. Y meses, años después te volvés a encontrar. En una cena. En la calle. Te mirás. Hablás un rato. Y te dice algo como: “vos desapareciste” “me quedé esperándote” “yo estaba solo”. Te preguntás qué pasó. Qué pensabas vos en ese momento. Por qué motivo estúpido o justificado en esa situación miraste hacia otro lado. Tal vez fue un impedimento cierto, o un malentendido, una pieza que faltaba, una información que se traspapeló. Y lo volvés a mirar. Y lo ves igual, pero distinto. Lo ves mejor. Hubiese podido ser. Debería haber sido. Te apenás. Porque seguramente el interés se fue, las ganas, el calor. Dicen que si tiene que ser va a ser. Pero claro, tal vez tenía que ser y no fue. Y ahora tal vez ya no será. También dicen que las oportunidades pasan una vez. Quién sabe. Igual, uno no puede dejar de preguntarse. ¿Y si…?

viernes, 15 de agosto de 2008

Yo no sé si te quiero o simplemente me gustás. Dicen que te gusta una persona cuando disfrutás de su compañía y que hay una atracción ya sea física o de su personalidad; que no implica ningún sentimiento y quizás te acordás de ella cuando querés pasar un buen momento. También dicen que querer es cuando te preocupás por alguien, te importan sus problemas, hay un conocimiento sobre la vida de esa persona, compartiste ciertos momentos de tu vida y la tenés presente.
Creo que la vida no sería vida si supiésemos distinguirla. Cuantas veces luchamos tanto por una persona pensando que estamos enamorados de ella, para al final cuando la tenemos en nuestras manos nos damos cuenta de que sólo es un atractivo grandísimo.
Ahora también puede pasar que nunca hubo más, porque no era necesario más; una atracción que con el paso del tiempo no siempre se va, que da lugar a un algo más.
En fin, digamos que…

martes, 29 de julio de 2008

Quiero saliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiir.
¿Salís conmigo?

lunes, 28 de julio de 2008



Lunes 28 de Julio, 20:52 hs. Te extrañé más que nunca. No tengas miedo. Si me pedís que "vaya", -VOY-. Aaah, feliz "cumpleaños" atrasado.

sábado, 26 de julio de 2008

Voy a sonreir como si nada estuviese mal, hablar como si todo estuviese perfecto y hacer de cuenta que no me haces daño.